Son animales mamíferos, que en sus primeros meses de vida el único alimento que reciben es la leche materna, la cual es muy rica en proteínas y grasas. A medida que van creciendo, su alimentación va variando hasta que llegan a ser delfines adultos que comienzan a alimentarse de presas que ellos mismos deben obtener. Necesitan comer cerca del 10% de su peso corporal cada día.
Están dotados de mandíbulas con numerosos dientes, los cuales son utilizados para desgarrar su presa y poder tragar la pieza de alimento entera.
Los delfines en profundidades mayores a 50 metros donde ya no existe la luz, poseen un sistema de ecolocación que les permite localizar y medir el tamaño de sus presas mediante la propagación de sonidos.